Cómo mejorar el writing (sin frustrarse por el camino)
Cuando estudias inglés, escribir puede ser una de las habilidades que más intimidan. No basta con saber vocabulario o dominar algunos tiempos verbales: hay que estructurar ideas, adaptar el registro al tipo de texto y, sobre todo, no entrar en pánico al enfrentarse a la hoja en blanco.
Por eso he preparado esta pequeña guía para ayudarte a entender qué se espera de ti en el writing, cómo puedes mejorar y qué tipos de textos se suelen pedir en los exámenes oficiales.
Spoiler: no necesitas escribir como Shakespeare para aprobar, pero sí conocer las claves básicas y practicarlas poco a poco.

Empecemos con los pasos a seguir.
1. Piensa antes de escribir. Uno de los errores más comunes es lanzarse a escribir sin tener claro qué quieres decir. Una buena idea es hacer primero un esquema breve con las ideas principales y el orden en que las vas a presentar. Eso te ayudará a no desviarte, a evitar repeticiones innecesarias y a mantener la coherencia. Es un paso sencillo que marca una gran diferencia.
2. Organiza bien tus párrafos. Aunque tu texto sea breve, debe tener una estructura clara: una introducción que diga de qué vas a hablar, un cuerpo central donde desarrollas tus ideas y una conclusión o cierre. Si se trata de un email, por ejemplo, puedes dividirlo en saludo, introducción, desarrollo del mensaje y despedida. Esta organización facilita la comprensión y da sensación de seguridad al lector… y al examinador.
3. Cuida el tono: ¿formal o informal? No es lo mismo escribir a un amigo que a una empresa. El registro adecuado depende de quién es tu interlocutor y del propósito del texto. En un email a un amigo, ¡puedes usar frases como Hi John! o How's it going?, mientras que en una carta de reclamación sería más apropiado Dear Sir or Madam o I am writing to express my dissatisfaction… Tener esto claro desde el principio te ahorrará confusiones y errores.
4. No traduzcas palabra por palabra. Pensar en español y traducir al inglés línea a línea suele generar expresiones raras, estructuras forzadas o errores gramaticales. Una buena práctica es aprender frases hechas y expresiones típicas del inglés, y usarlas como bloques: I look forward to hearing from you, I'm writing to apply for…, The purpose of this report is to…. Con el tiempo, estas expresiones se vuelven parte de tu repertorio y te ayudan a sonar más natural.
5. Relee y corrige. Nunca entregues un texto sin revisarlo. Leer en voz alta puede ayudarte a detectar frases mal construidas, errores gramaticales o repeticiones innecesarias. También puedes usar herramientas como Grammarly o Write & Improve (de Cambridge), que te señalan errores y te sugieren mejoras.
¿Qué tipos de textos se suelen pedir?
En la mayoría de los exámenes oficiales (Cambridge, Aptis, Trinity, EOI…) se pide redactar diferentes tipos de textos según el nivel. Familiarizarse con estos formatos es clave para saber qué se espera de ti y cómo organizar tus ideas.

En los niveles básicos es habitual encontrarse con emails informales, pequeñas historias en pasado o descripciones sencillas de personas o lugares. Estos textos suelen valorar la claridad, el uso correcto de los tiempos verbales básicos y una organización simple pero efectiva.

A partir de los niveles intermedios, especialmente el nivel B2, aparecen textos más variados: el email formal (como una carta de reclamación o de solicitud), el essay o redacción argumentativa (donde tienes que dar tu opinión de forma organizada), la review (una reseña de una película, libro o lugar) y el report, que exige una estructura más académica y un estilo más objetivo.

En nivel C1 se espera un dominio más completo de los formatos y del registro. Los essays suelen ser más complejos, comparando distintas posturas sobre un tema. También son frecuentes los reports y proposals, en los que se espera que hagas sugerencias razonadas o analices una situación concreta. Las cartas formales, como las de reclamación o de motivación, exigen precisión y un uso avanzado del lenguaje formal.
Pronto iré subiendo entradas específicas para cada uno de estos formatos, con ejemplos, frases útiles y estructuras para que sepas cómo enfrentarte a ellos sin agobios.
¿Dónde puedes practicar?
Existen varios recursos gratuitos que pueden ayudarte a mejorar tu writing sin necesidad de clases particulares. Una de las mejores herramientas es Write & Improve, de Cambridge: escribes tu texto, lo envías y recibes sugerencias de mejora de forma automática. No hace falta registrarse, pero si lo haces, tus progresos se irán guardando y podrás revisar tus trabajos siempre que quieras.
Otra opción muy práctica es la sección de writing de British Council LearnEnglish, donde puedes encontrar actividades guiadas por niveles con modelos y tareas similares a las de los exámenes reales.
También puedes echar un vistazo a Flo-Joe, una web muy conocida entre estudiantes de Cambridge que ofrece práctica específica para FCE, CAE y CPE.
Para terminar…
Mejorar tu writing no es cuestión de memorizar textos modelo, sino de entender qué se espera en cada tipo de redacción y practicar con ejemplos que tengan sentido para ti. Lo sé, easier said tan done, pero créeme, cuanto más escribas, más fácil te resultará expresar tus ideas con claridad y evitar errores que antes te bloqueaban.
Y ya sabes: si te gustaría tener fichas prácticas con frases útiles y esquemas de cada tipo de texto, cuéntamelo en redes o en los comentarios. ¡Están en camino!